Tal día como hoy, hace 21 años, en sábado, y justamente a la misma hora de la publicación de esta entrada (está programada a las 6:30), nació mi persona. Y no suelo alegrarme de mis propios cumpleaños, ya que supone reconocer lo inexorable y rígido que es el tiempo, y lo rápido que pasa la vida.

Pero sí me gustaría recalcar la importancia, no del tiempo transcurrido, sino de la experiencia y vivencias adquiridas. Tiempos de sufrimiento y alegría, ansiedad, soledad y divertimento. Sentimientos completamente contrapuestos que suponen la gama de colores que definirán nuestro carácter y forma de ser en los años venideros. En la vida todo cabe, y aunque se vaya en un abrir y cerrar de ojos, muy pocos sabemos aprovecharla. Discutimos y nos enfadamos por banalidades con familiares o amigos, sufrimos por tonterías y no aprovechamos el tiempo que nos brinda nuestra propia existencia. Al fin y al cabo las malas vivencias no siempre vienen por mal. Son experiencias de las que se supone que el ser humano aprende para evitar en un futuro cometer los mismos errores.

Tal día como hoy no deberíamos sentirnos tristes por que haya transcurrido un año más de nuestra efímera vida, sino felices de poder seguir disfrutándola y de haberla disfrutado durante un año más. Felices por poder seguir respirando el aire que nos rodea, sentir el latido de nuestro corazón y poder abrazar a las personas que queremos. Deberíamos tener una visión más positiva de la vida y atrevernos a realizar cosas que bajo circunstancias normales no haríamos, como si fuese nuestro último día en la tierra. Son esos pequeños pasos en nuestro camino vital que aunque difíciles de dar, acaban proporcionándonos mayor satisfacción con nuestra propia existencia.

Razones por las que nos guste estar vivos y seguir así. Razones para mirar al futuro y no al pasado. Razones para sentir la necesidad de amar y ser amado. Razones para triunfar en lo profesional y académico. Razones para vivir y dejar vivir, y sobre todo razones para intentar mejorar el mundo que nos rodea. Porque un año más de vida no es un año menos de vida. Porque hay que ver el vaso medio lleno y no medio vacío.

No tengo nada más que añadir, excepto que esta mañana seré notificado de cuál será mi empresa destino para realizar las prácticas del ciclo formativo que he terminado de cursar este año (al menos la parte teórica). No sé por qué, pero tengo la vaga esperanza de que la empresa esté orientada a la programación y diseño de páginas web. Me encanta este mundillo y me gustaría aprender más.

A partir del lunes de la semana que viene creo que al fin podré considerarme del gremio informático. Ya no seré el amigo, primo o hijo que sabe mucho de informática, sino un profesional de la informática estrictamente hablando. Aunque tenga un simple título en explotación de sistemas informáticos del cual no me siento muy orgulloso, y eso que (no es por alardear ni nada) tengo un 8.4 de media, lo cual supone la segunda nota más alta de la clase.

Actualización: Mis deseos se han hecho realidad. La empresa destino se llama [censurado], que se dedica al diseño, programación de páginas web y servicios de Internet, y según parece es nueva y anda buscando gente. La página web es la siguiente: [censurado]. El martes sabré más y el miércoles empezaré las prácticas. :)